ANÁLISIS DE ACTUALIDAD

El pasado 9 de junio se realizaron las elecciones al Parlamento Europeo, que definieron los 720 eurodiputados para el período 2024-2029 (en las pasadas elecciones estaban en juego 705 escaños, esto se debe al crecimiento demográfico). El Partido Popular Europeo (PPE) volvió a ganar nuevamente las elecciones, mientras que la socialdemocracia, los liberales y los verdes, sufrieron una fuerte caída en votación y escaños. Sin perjuicio de aquello, el equilibrio de fuerzas se mantuvo relativamente estable, por lo que parece que la Unión continuará bajo el liderazgo de Úrsula von der Leyden.

Ahora bien, llama la atención el aumento en votos y escaños de los partidos y movimientos de derecha alternativa que han venido a generar bastante ruido en la política interna de algunos países de la Unión, como es el caso de Francia con la disolución de la Asamblea Nacional por parte del presidente Macron o Alemania, donde AfD se posicionó como segunda fuerza, dejando en tercer lugar al partido del canciller Olaf Scholz.

I.- Principales resultados y reparto de cargos

Tal como se esperaba, el Partido Popular Europeo (PPE) fue el ganador en escaños de las elecciones europeas, quedando en la primera posición para ocupar el cargo más relevante de las instituciones europeas, la presidencia de la Comisión. Con 190 escaños – 13 más que la legislatura pasada – la lista encabezada por la actual presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyden, ha ganado nuevamente las europeas.

Por su parte los socialdemócratas (S&D) perdieron 4 escaños, quedando con 136, los verdes perdieron 18 asientos y la debacle más grande la recibieron los liberales (Renew Europe) de Macron, con una caída de 23 escaños.

En lo que respecta a la derecha alternativa, agrupada tanto en Identidad y Democracia (ID), como en los Conservadores y Reformistas (CRE), ambos crecieron en escaños y en influencia en los respectivos países. Particularmente, su fuerza se vio en Francia donde han amenazado la debilitada mayoría presidencial y en Italia, donde la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni,  ratificó su hegemonía en territorio itálico, con más del 28% de los votos, siendo con distancia la primera fuerza.

Sin embargo, el crecimiento de las fuerzas de derecha, no ha modificado el equilibrio de fuerzas, por lo que las llamadas “grandes familias” podrán dirimir nuevamente los puestos más relevantes de la Unión Europea. Es así que en los últimos días populares, socialdemócratas y liberales han llegado a un acuerdo mediante el cual la actual presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyden continúe en el cargo; el ex primer ministro portugués, el socialista Antònio Costa, presida el Consejo de la Unión Europea; y la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, asuma como Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. 

II.- Crece la derecha alternativa

Mucho se ha dicho en los medios sobre el crecimiento de la derecha alternativa pero es importante hacer algunas distinciones para comprender correctamente el fenómeno. En primer lugar, es importante precisar el concepto principalmente usado por los medios y parte de la academia de “extrema derecha”.  Esta idea es una forma despectiva y peyorativa para referirse a grupos que estarían fuera del espectro de la derecha tradicional institucionalizada, que tiene que ver más con las ideas patrióticas, soberanistas y nacionalistas.

En segundo lugar, es necesario diferenciar los distintos grupos parlamentarios en que se agrupan estos partidos. Por un lado están los Conservadores y Reformistas, donde se ubica Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni y donde también se ha adscrito la France Fière de Marion Marechal y el partido Vox de España, donde también estuvieron los Conservadores ingleses antes del Brexit. Este es un grupo que se podría calificar de euroescéptico moderado, que es crítico con algunos aspectos de la Unión Europea pero que cree y defiende una Europa de las naciones.

Por otra parte, se encuentra Identidad y Democracia, grupo cuyo principal miembro es el RN de Marine Le Pen y Jordan Bardella. Parte de este grupo es la Lega de Matteo Salvini de Italia y hasta hace muy poco el AfD alemán (fueron expulsados del grupo parlamentario). Esta coalición es de un euroescepticismo duro, más crítico con la Unión y con la razón de ser de la misma. Este grupo que en su momento apeló por la desaparición de esta, hoy plantea que deberían construir “otra” Europa, con mayor respeto a la soberanía de sus miembros. Las críticas de los grupos y personajes más duros como Nigel Farage o Le Pen pivotaban en torno al Tratado de Maastricht, la libre circulación de personas y capitales, el sobredimensionamiento de los intereses del eje franco-alemán, la ausencia de competencias en materia de proteccionismo económico o en materia migratoria, así como la introducción del euro como moneda única.  Hoy en día los temas han variado ligeramente.

Finalmente, hay algunos partidos no adscritos a un grupo, pero que claramente participan del concepto de derecha alternativa, como es el caso del Fidesz húngaro. Por su parte, AfD ha comenzado a sondear la posibilidad de crear un tercer grupo que se vendría a denominar “los soberanos” y que agruparía a otras fuerzas de derecha identitaria.

Marion Marechal, Giorgia Meloni, Marine Le Pen, Tino Chrupalla, Alvise Pérez, Viktor Orban

 III.- El caso francés

Seguramente el caso más significativo de cómo unas elecciones europeas repercuten en la política de un Estado miembro, ha sido el caso de Francia. Producto de los buenos resultados obtenidos por la formación de Marine Le Pen, Rassemblement National (RN) y la baja en la votación de las fuerzas oficialistas, el presidente Emmanuel Macron, decidió disolver la Asamblea Nacional. Habrá elecciones legislativas en Francia el 30 de junio, la primera vuelta, y la segunda vuelta será el 7 de julio.

El ex Frente Nacional obtuvo más del 30% de los votos en los comicios europeos dejando atrás en segundo lugar a los liberales de Macron. Junto con ello, la formación de Le Pen triunfó en 92 de los 96 departamentos electorales de Francia.

Con estos resultados el presidente Macron disolvió la Asamblea Nacional para, en una apuesta sumamente arriesgada, intentar conformar una mayoría que le permita mantener un primer ministro perteneciente a su conglomerado. De no conseguirlo, se podría dar la cuarta cohabitación en la historia de la V República, donde Bardella de RN buscaría ocupar ese lugar.

Es importante señalar que esto también ha generado movimientos en las derechas, puesto que Marine Le Pen hizo un llamado a generar un frente unido de las fuerzas patrióticas, intentando llevar  una lista única con todas las fuerzas de la derecha. Esto provocó una ruptura en el partido Reconquete, con un distanciamiento entre Marion Marechal (cabeza de lista a las europeas) y Eric Zemour, líder del partido. Misma cosa que en Les Republicains (derecha tradicional), donde su presidente Eric Cioti aceptó el llamado de Le Pen pero parte importante de su partido no. Por su parte la izquierda concurrirá unida en el Nuevo Frente Popular.

Reporte Esteban Montaner y Yesurún Moreno.