La investigación revisó las más de mil ocasiones en que los consejeros votaron a lo largo de los cinco meses de funcionamiento del órgano. En algunos casos, la transversalidad alcanzada permitió que artículos aprobados en etapas tempranas se integraran a la propuesta final.
Durante los cinco meses de trabajo del Consejo Constitucional, sus integrantes debieron votar 1.183 veces para dar forma a la propuesta de Carta Fundamental. Esto incluye la deliberación de los informes de comisiones que trabajaron sobre la base del anteproyecto, de las observaciones de la Comisión Experta y de las propuestas de solución de la Comisión Mixta (estas últimas sometidas a una única votación).
Y según un análisis realizado por el Instituto Res Publica, en el 44,6% de las votaciones el resultado fue unánime; en el 50,4%, al menos 47 consejeros votaron por la misma opción (95% de transversalidad), y en el 53% fueron 45 de los 50 consejeros los que coincidieron con su voto (90% de transversalidad).
Las cifras consideran todas las votaciones —que se podían referir a artículos, incisos, numerales, incluso a correcciones de una palabra o supresión de expresiones—, y aunque no son extrapolables a la aprobación del texto final, dan luces del comportamiento de los consejeros en el pleno y de que hubo decisiones transversales, algunas de las cuales se traspasaron a la propuesta constitucional.
“El Mercurio” revisó esas votaciones unánimes y en ellas se observa que algunas permitieron que artículos quedaran en el texto final en una temprana etapa, pues ni siquiera recibieron sugerencias de modificaciones de la Comisión Experta en la última fase del proceso. Así, se zanjó con el voto de todos los consejeros que “es deber del Estado la protección del medio ambiente” (artículo 10); que “son emblemas nacionales la bandera nacional, el escudo de armas de la República y el himno nacional” (artículo 11); el derecho al respeto y protección de la vida privada y la de su familia (artículo 16 numeral 11); el derecho al respeto y protección de sus datos personales (artículo 16 numeral 12); y el derecho de autor sobre sus obras y de la propiedad intelectual (artículo 16 numeral 36), entre otras redacciones.
También hubo decenas de formulaciones que surgieron como observaciones de la Comisión Experta que fueron aprobadas por unanimidad de los consejeros y, de esa forma, quedaron en la propuesta, según consta en las actas del pleno. Entre ellas están el reconocimiento del valor de los cuidados y que el Estado debe promover la corresponsabilidad y la conciliación entre la vida familiar y laboral (artículo 13); el derecho a la igualdad ante la ley y la no discriminación (artículo 16 numeral 3); el respeto de la autonomía de las instituciones de educación superior (artículo 16 numeral 24 literal f); las iniciativas ciudadanas de ley y los foros de deliberación ciudadana (artículos 47 y 48); y el artículo 174, sobre el Servicio nacional de acceso a la justicia y la Defensoría de las víctimas.
Entre los casos en que no se consiguió unanimidad, pero sí hubo votos a favor tanto del bloque de derecha como el de izquierda, se encuentra el artículo 5, sobre el reconocimiento de los pueblos indígenas como parte de la nación chilena (39 votos a favor). Algo similar ocurrió con la versión final del artículo 1 —que incluye la declaración de que Chile es un Estado social y democrático de derecho y que el Estado debe remover los obstáculos que impidan o dificulten el ejercicio de la libertad, los derechos y la igualdad de las personas—, que se plasmó en la propuesta a partir de la observación presentada por la Comisión Experta y obtuvo 37 votos favorables.
En la misma etapa de votación en el Consejo de las observaciones de la Comisión Experta se aprobaron con más de 40 votos y pasaron a integrar el texto final el inciso 2 del artículo 4, sobre autonomía y descentralización (aprobado con 49 votos); el artículo 9, que establece que “es deber del Estado resguardar la seguridad de la población (...). El orden constitucional supone el uso de métodos pacíficos de acción política” (49 votos); el artículo 14, que señala que “el Estado promoverá la participación activa y la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad (…)”, con 47 votos; y la frase del artículo 114 sobre que las Fuerzas Armadas “colaboran en situaciones de emergencia y catástrofes nacionales, en el resguardo de las fronteras del país (…)” (49 votos), entre otros.
A juicio del director ejecutivo de Res Publica, José Francisco Lagos, a pesar de que se tiene la percepción de que hubo falta de acuerdos, “hubo transversalidad en el contenido mismo de las normas que finalmente terminan componiendo la propuesta constitucional que se les presenta a los chilenos. Es decir, aquí no se da la situación del proceso anterior en que un sector político se llevaba la pelota para la casa, sino que en temas bastante importantes, y que componen un número grande de la propuesta constitucional, se logró la transversalidad tan anhelada”.
La mirada de los exconsejeros
La evaluación que hacen los exconsejeros respecto de las cifras es disímil. Desde el oficialismo apuntan a que estas disfrazan lo ocurrido. El exconsejero de RD Julio Ñanco afirma que si bien en muchas votaciones entregaron su voto favorable, “en lo esencial del contenido de la propuesta nosotros nos opusimos y no votamos a favor. Por mucha cantidad de normas que ellos pueden decir que se votaron por unanimidad, la calidad en términos cualitativos no es comparable, porque al final en los puntos que a nosotros más nos importaban, como el Estado social de derecho o los derechos sociales, no se nos tomó en cuenta y quedó muy diferente a cómo lo planteamos incluso desde la Comisión Experta”.
Por su parte, la exdelegada de bancada de Renovación Nacional, Pilar Cuevas, dice que los datos reflejan “que el texto, en su contenido, es una gran Constitución porque la izquierda no votó en contra de aquellas normas que son fundamentales, como los derechos sociales y muchas otras. Muchos votaron a favor también del concepto de seguridad pública, de anticorrupción; en fin, normas que les hacían mucho sentido. También, hubo muchos que votaron en contra de propuestas clave, pero finalmente el mensaje es que esta Constitución es producto de grandes acuerdos”.
El informe también destaca que el Partido Republicano votó de forma más ordenada, seguido por Chile Vamos y, luego, el bloque de izquierda.