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[IRP EN LOS MEDIOS] Fin al CAE. Proyecto de ley ya es discutido en el Congreso, pero son varias las dudas y críticas que ha recibido.

Publimetro 

José Francisco Lagos, Director Ejecutivo IRP: “No le tendría miedo a mantener lo que ha funcionado del CAE”. 

Según el director ejecutivo del Instituto Res Publica, José Francisco Lagos, “el proyecto de ley tendrá muchas dificultades para avanzar en el Congreso, especialmente si se piensa en lo que han manifestado varios rectores de universidades, incluso estatales. Es que se generan algunas distorsiones que no solo tienen que ver con el financiamiento estudiantil, sino también con la fijación de los aranceles por parte del Estado, algo que ya se ha visto con la gratuidad es perjudicial para las instituciones”. 

El académico dice que “por este proyecto se les cobra más a las personas que fueron a la universidad y luego tienen un mejor ingreso versus alguien que no fue a la universidad y tiene el mismo ingreso. Uno podría señalar que estamos castigando al capital humano avanzado, lo que es contraintuitivo pues se espera que los mejores se queden en el país, pero a lo mejor van a preferir irse debido a este suerte de nuevo impuesto”. 

Lagos cree que “el proyecto cuestiona las bases de la gratuidad, porque si el criterio será que vamos a evaluar socioeconómicamente a las personas una vez que egresan de la universidad, entonces se hace menos relevante su situación cuando entraron a la educación superior. Es confuso hacer una evaluación en dos momentos”. 

Y pone un ejemplo: “Si cuando entraste a estudiar estabas en el 59% más pobre, o sea, justo en el límite para la gratuidad, ahí calificabas para la gratuidad. Pero si alguien está en el 61% no califica, aunque los dos son de la misma clase económica. Si los dos entran a trabajar y ganan un millón de pesos, al del 61% se le va a cobrar la carrera entera o incluso más, y al 59% nada se le cobra. Esto cuestiona la gratuidad”. 

Lagos concede que “el CAE no le resulta a muchas personas, pero a muchas si les resultó. Y al último grupo, que es una mayoría importante, no lo hubiera tocado, porque ahí no está el problema. No le tendría miedo a mantener lo que si ha funcionado. Pero en lo que no está funcionando podemos hacer cambios importantes, como un espacio de condonación a aquellos que desertaron por razones importantes o algún refinanciamiento para los que decidieron estudiar otra cosa… Insisto, lo que no está malo no hay que arreglarlo”. 

Y añade: “Con el sistema de cobro actual es inviable lo que se está proponiendo. El modo de cobrar propuesto es bueno, porque se descontaría por planilla. Pero si usamos esa segunda modalidad ahora con los que no están pagando, el sistema no estaría tan desfinanciado”.