Este martes 4 de mayo la Comunidad de Madrid enfrenta unas elecciones decisivas, que en alguna medida podrían anticipar el próximo ciclo electoral español.
En estas primeras dos décadas del siglo XXI, España ha experimentado procesos similares a los de otras naciones: crisis de la democracia, irrupción del populismo y crecimiento de las manifestaciones sociales. Adicionalmente, ha vivido un proceso de cambio histórico, con la muerte de la España de la transición, graficado en la abdicación del rey Juan Carlos y la muerte de Adolfo Suárez, símbolos de aquel momento fundacional y transformador que representó la España posterior al fin de la dictadura de Francisco Franco.
La otra cara de la moneda se manifestado en dos dimensiones. En primer lugar, mediante el surgimiento de una nueva generación política en España, representada por líderes como Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado y Santiago Abascal, que representan otra generación y otras preocupaciones respecto de sus predecesores. En segundo lugar, porque la segunda década del siglo marcó el fin del predominio exclusivo de los dos grandes partidos de la democracia española: el Socialista Obrero Español (que había llegado al poder con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero) y el Popular (que había gobernado con José María Aznar y Mariano Rajoy).
Como sabemos, irrumpió Podemos por la izquierda, Ciudadanos en el centro y Vox en la derecha, lo que significó una ampliación de la oferta electoral, un cambio en los afectos ciudadanos y una necesaria política de pactos a nivel local y nacional. La primera manifestación del segundo caso ha sido la formación del gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, que llevó a Pedro Sánchez a la presidencia y a Pablo Iglesias a la vicepresidencia. Sin embargo, la convocatoria a las elecciones en Madrid llevó a una curiosa renuncia de Iglesias, para competir por el gobierno comunitario. El tiempo dirá lo acertado o errado de su decisión, así como las diferentes consecuencias que podría tener su decisión.
Durante la semana previa a las elecciones de Madrid no se han publicado encuestas, por las prohibiciones legales existentes. Sin embargo, hubo muchos sondeos antes de que comenzara esta limitación, las que si bien no son determinantes en los resultados sí permiten adivinar algunas tendencias que podrían darse este martes 4, para determinar la conformación del gobierno en Madrid. Cualquier consideración debe partir de la composición inicial de la Asamblea de Madrid, integrada por 37 de socialistas (de Ángel Gabilondo), 30 populares (de Isabel Díaz Ayuso), 26 ciudadanos (de Ignacio Aguado), 20 de Más Madrid (de Iñigo Errejón, antiguo socio de Pablo Iglesias), 12 miembros de Vox (de Rocío Monasterio) y 7 de Podemos (que lidera Isabel Serra). Al ser necesarios 67 parlamentarios, Isabel Díaz Ayuso requirió el respaldo de Vox y Ciudadanos para gobernar durante esta legislatura.
En la presente ocasión han surgido distintos estudios. La encuesta Metroscopia –el miércoles 28 de abril– auguraba la siguiente repartición de escaños: PP 59, PSOE 28, Más Madrid 25, Vox 13 y Unidas Podemos 11. Kiko Llaneras, al analizar estas “penúltimas encuestas”, advertía tres conclusiones del estudio: que la derecha tenía la ventaja, que Más Madrid continuaba subiendo y que todavía era posible tener algunas sorpresas. En cualquier caso, el resultado no deja de llamar la atención: los socialistas bajan del 20% de los votos, se advierte un descenso casi terminal de Ciudadanos y el impacto de Pablo Iglesias es muy insignificante en relación a las elecciones de 2019, si bien eliminó la posibilidad de quedar fuera del parlamento, en caso de no lograr el 5% (que es precisamente lo que ocurriría con Ciudadanos). Sin duda la nota más relevante es el alza del PP, que subiría desde el 22% a más del 40% de los votos, un resultado sin duda auspicioso, que llevaría nuevamente a Isabel Díaz Ayuso al gobierno, quien también es representante de la generación posterior a la transición.
El promedio de DatosRTVE integra diferentes encuestas, señalando un pequeño aumento de Vox y de Podemos, pero que no logra alterar el escenario general, que consolida el triunfo del PP, aunque requeriría el apoyo de Vox para lograr la mayoría de 69 escaños. El crecimiento de Más Madrid se ha dado a costa del PSOE, sin duda el partido más dañado durante la actual campaña, lo que en la práctica podría terminar afectando al gobierno socialista, como ha sintetizado Díaz Ayuso: “Cuanto peor sea el resultado de Sánchez más rápido tendrá que decidir cuándo deja La Moncloa”, considerando que el resultado del 4 de mayo podría “mandar algún recado que otro al resto de España, y despertar al resto del país” (ABC, 2 de mayo de 2021).
En algunos momentos, la campaña ha destacado especialmente por la polarización y amenazas de los candidatos sobre los peligros que significaría el triunfo de algunos de los adversarios. Pablo Iglesias ha insistido en hablar de la ultraderecha, con un discurso “antifascista” y la necesidad de evitar la consolidación del PP-Vox en el gobierno madrileño; Isabel Díaz Ayuso planteó desde el primer momento que la disyuntiva era “libertad o socialismo”, que luego transformó en “libertad o comunismo”. En la campaña hemos visto actos de violencia y justificaciones de amenazas, que muestran un clima de enfrentamiento que ha tiene varios años y que seguramente permanecerá un tiempo más.
En caso de darse los resultados previstos por las encuestas, el martes habrá un nuevo gobierno del Partido Popular en Madrid. Se trata de una fecha particularmente simbólica, considerando que ese mismo día, hace un cuarto de siglo, asumió José María Aznar como presidente del gobierno español. Con ello emerge el recuerdo, el presente y la perspectiva futura de recuperar el gobierno del país, en una época especialmente compleja para España, por la pandemia del coronavirus, la situación económica y una política que presenta novedades que seguirán dando que hablar en los próximos años.
Quizá exageró La Razón (17 de abril de 2021) cuando afirmó que “Isabel Díaz Ayuso tiene en sus manos el futuro de Pedro Sánchez y de Pablo Casado”. Pero no cabe duda de que las elecciones de Madrid son tan decisivas, que bien podrían guiar los cambios políticos que se darán próximamente en España.