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OPINIÓN

El comienzo de la Convención constituyente

Este domingo 4 de julio se reunirá por primera vez la Convención constituyente, cuya tarea es redactar una nueva carta fundamental para Chile.

Desde noviembre de 2019 surgieron muchas expectativas de cambio político en el país, de transformaciones estructurales y, ciertamente, de cambio constitucional. El momento ha llegado. Sin embargo, hoy se mezclan las esperanzas con los problemas prácticos, la necesidad de lograr los dos tercios para aprobar las normas correspondientes y de superar las dificultades de instalación ( reglamentarias y prácticas), los intentos de hegemonía ( más visible en la Lista del Pueblo que en otros grupos) y la coexistencia con el proceso de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

¿Cuál es el desafío que debe cumplir la Convención que comenzará a funcionar el domingo 4 de julio?

En primer lugar, nada menos que hacer una constitución, sobre la base de los acuerdos de los dos tercios. En segundo lugar, procurar que dicha carta fundamental logre un gran proyecto ciudadano en el plebiscito de salida. En tercer lugar, que conserve lo mejor de la institucionalidad actualmente vigente y modifique otros aspectos en que existen falencias y cosas que mejorar.

Todas estas cosas, que parecen relativamente obvias, no son fáciles ni deben darse por logradas. El trabajo de la Convención tendrá momentos de mayores problemas y otros de acercamientos, recibirá la presión de la calle y de las redes sociales, generará algunas expectativas imposibles de cumplir y deberá orientar sobre su verdadera función en la sociedad. De lo contrario, despertará tantas ilusiones como decepciones, lo que está dentro de las posibilidades pero no siempre se tiene en consideración, en parte por la proliferación de las expectativas.

Este domingo 4 comienza un camino largo y pedregoso, difícil y que estará marcado por la lucha, los intentos de imposición de los deseos de refundación y la dura realidad de los hechos. La "casa de todos" que se supone debería ser la nueva constitución podría ser la hoja de ruta de los próximos cincuenta años y, por lo mismos, es importante que se haga bien, en su contenido profundo y en los detalles. Para ellos, el comienzo de las labores es muy importante, como comenzará a ser demostrado a partir de los comienzos de julio.