Tras las elecciones primarias del 18 de julio las cosas parecen estar más claras, pero el escenario global no está definido totalmente.
Chile Vamos definió su candidato, Sebastián Sichel, figura independiente que logró un gran respaldo, derrotando a los tres candidatos de los partidos Ronovación Nacional, Evopoli y la UDI. Por su parte, la izquierda eligió a Gabriel Boric, quien también superó ampliamente al postulante del Partido Comunista, Daniel Jadue.
A muchos les llamó la atención el resultado, pero este es coherente con la volatilidad electoral y los claros llamados a la renovación política, que han tenido múltiples expresiones electorales y políticas en los últimos años.
La claridad de las dos coaliciones - que lograron una gran participación ciudadana en sus primarias - contrasta con las indefiniciones de la ex Concertación, que tiene dos candidaturas abiertas ( Paula Narváez y Ximena Rincón) y una emergente (Yasna Provoste). Por otra parte, José Antonio Kast ha anunciado su postulación para la primera vuelta, como " el único candidato de derecha".
No se puede descartar la posibilidad de que irrumpa alguna otra figura de izquierda y que la papeleta tenga entre cuatro y seis candidatos.
La tarea actual de los diferentes candidatos, y de partida de los dos ganadores del domingo 18 de julio, es aglutinar a quienes participaron en las primarias y fortalecer su respaldo. Por otra parte, tienen la obligación de sumar otros apoyos, que quizá no votaron el domingo, así como será necesario formar listas parlamentarias competitivas y que logren articular la presencial de los partidos políticos.
No basta saber leer el tiempo histórico que ha tocado vivir, en medio del trabajo de la Convención constituyente, un gobierno en retirada y un Congreso marginado del debate, de no ser por sus acusaciones constitucionales.
Es necesario - para cada coalición, partido y candidato - pensar bien sus estructuras, contar con las personas adecuadas y fortalecer su cuerpo de ideas, tres tareas fundamentales para enfrentar cualquier proceso futuro con reales posibilidades de éxito. Algunos parecen ir más avanzados y otros todavía no se dan por enterados, con resultados a la vista.
