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OPINIÓN

Cuba: El pueblo se queda

En un vibrante y sentido artículo publicado por La Tercera (17 de julio), Wendy Guerra analiza la cruda realidad de Cuba en estos días de la protesta popular y la represión dictatorial.

Hace algunos años la misma escritora presentó un libro hermoso y triste a la vez: Todos se van (Barcelona, Anagrama, 2014). En sus páginas la novelista narra una de las expresiones más dramáticas de la vida en el país de la Revolución castrista, que tras medio siglo de duración no lograba ofrecer buenas perspectivas de vida para su gente, lo que conducía a la juventud a abandonar Cuba - de ahí el título de la obra - en la convicción de que sería imposible lograr un futuro de libertad y progreso dentro del régimen comunista.

El levantamiento social del 11 de julio y de los días siguientes ha sido un hito histórico, que abre dos alternativas. La primera es que la isla avance hacia una democracia que permita a los ciudadanos elegir el gobierno que reemplace a Miguel Díaz - Canel, "el hombre menos carismático de la historia política cubana", y quien no fue elegido ni por los jóvenes que protestan ni por sus padres, al igual que su antecesor, Fidel y Raúl Castro.

La segunda es que el régimen comunista consolide su política de represión, logre generar nuevamente terror en la población y con ello le dé un nuevo aire a la dictadura cubana. 

La solución no es tan sencilla, tanto por la correlación de fuerzas como por las miradas internacionales al proceso. Además, como expresa Wnedu Guerra en su artículo, los cubanos de tanta hambre " se comieron el miedo", por lo que hoy estarían dispuestos a dar la pelea por vivir dignamente en vez de seguir muriendo en silencio. Esto representa un gran cambio respecto de la novela de 2014: hoy la decisión sería no abandonar Cuba, sino luchar dentro de la isla y lograr que se vaya el gobierno.

El pueblo grita por las calles "¡Viva Cuba Libre!"

El tiempo dirá si es posible lograr el triunfo de esta épica nueva revolución cubana.