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OPINIÓN

El espacio de la ex Concertación

Es curioso lo que ha ocurrido con la ex Concertación. Por una parte, tuvo gobiernos históricamente exitosos y varios logros de los cuales enorgullecerse; por otra parte, vive un momento gris y demasiado complicado para su trayectoria.

La batalla por la historia la ha perdido casi por retiro y políticamente, carece del dinamismos y capacidad que la caracterizó. Así lo muestran el proceso de selección de candidato presidencial, que tuvo elecciones internas en los partidos, pero que después no fueron capaces de convocar a primarias. Luego se bajó Heraldo Muñoz (PPD) y parece haber salido por secretaría Ximena Rincón (DC). Solo siguen en carrera Paula Narváez (PS) y un voluntarioso Carlos Maldonado (Partido Radical), a quienes se ha sumado la presidenta del Senado, Yasna Provoste (también DC).

La fórmula para elegir candidato presidencial será a través de una consulta ciudadana presencial, que se realizarán el próximo sábado 21 de agosto. 

Al carecer del respaldo de las primarias legales, no tendrá franja electoral ni del sistema electoral tradicional, sino que deberá ser organizado por los partidos, con todas las dificultades y costos que esto implica. Además, es evidente que esta consulta llega tarde, cuando parecen existir dos candidatos claramente con mayores perspectivas de ser elegidos en noviembre próximo: Sebastián Sichel y Gabriel Boric.

La Unidad Constituyente - bastante similar a la ex Concertación - parece querer ocupar un espacio político que todavía existe, pero que se ha ido difuminando con el paso del tiempo.

La centroizquierda ha tendido a desaparecer y aparece superada por las izquierdas del Partido Comunista y el Frente Amplio, que han dominando la agenda y han crecido electoralmente. En la práctica, curiosamente, la ex Concertación vivió un proceso similar a la Constitución de 1980: fue muriendo de a poco y hoy enfrenta un momento sicológico que podría marcar su última oportunidad de influencia política relevante.

En política los procesos son complejos y dinámicos, por lo que todavía es posible tener sorpresas en las elecciones del 21 de noviembre próximo. Por otra parte, la conformación del Congreso Nacional será decisiva para el éxito del próximo gobierno. Ahí hay otro espacio en que el PS, el PPD, la DC y los radicales podrían influir cualitativamente, aunque solo el tiempo lo dirá.