Señor Director:
Es encomiable la actitud del convencionista Harboe, quien, tras conocer la deficiente técnica legislativa que ha seguido la Convención al aprobar las normas sobre un supuesto “negacionismo”, ha señalado esperar no tener que hacer nunca uso de ella, porque importaría en muchos casos una censura ex ante de personas e instituciones.
Es de esperar que la mayoría de los convencionistas, de derecha y de izquierda, tengan similares convicciones, pues está en juego nada menos que la libertad de expresión. Se trata de un derecho fundamental para la democracia, y la única garantía de que puedan lograrse acuerdos que lo sean realmente y no sólo de nombre.
Ignacio Salazar
Coordinador Equipo Constitucional IRP