El Instituto Nacional destaca en la historia del país como un liceo emblemático y de alto rendimiento. De hecho, en el proceso de admisión de 2010, un total de 54 alumnos del establecimiento obtuvieron puntaje nacional, es decir, el 10% de los mejores resultados de ese año en todo el país, cuando 520 estudiantes alcanzaron 850 puntos.
Ahora el panorama es diferente. Junto con obtener solo tres máximos nacionales, de un total de 120, el promedio de los resultados de la última prueba de admisión (PDT) agudizó la crisis de los últimos años, con una caída del 12% desde 2010.
En esa ocasión, los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) promediaron 690 puntos, y esta vez, la media fue de 612, lo que configura una disminución de 78 puntos en el período. Con este resultado, la emblemática casa de estudio no alcanzó a entrar al ranking de los 100 recintos más destacados en el país, por segundo año consecutivo.
El rector Manuel Ogalde atribuye esta caída a las interrupciones del año escolar: “Todo tipo de evaluación, sobre todo cómo se enfoca ahora la Prueba de Transición (PDT), que mide habilidades, se sustenta en procesos sistemáticos que son continuos, y eso es algo que nosotros no hemos tenido, por las movilizaciones externas y por la pandemia”.
La historia del establecimiento también destaca por la paralización de clases vinculada a petitorios sectoriales. De hecho, en 2014 los estudiantes debieron recuperar clases durante verano de 2015. La última vez que la vida escolar de los alumnos se detuvo por las demandas estudiantiles fue en el invierno de 2019, cuando estuvieron en toma por más de ocho semanas. Además, volvieron hacerlo para el estallido social.
Sin embargo, Fernando Soto, rector del Instituto Nacional entre 2014 y 2019 sostiene que “los alumnos están pagando el precio de las movilizaciones estudiantiles de décadas. Pero todos los estudiantes del instituto detenían las clases por razones sobre las que uno puede estar o no de acuerdo; a mí me parece que eran demandas legítimas, después la sociedad entera las hizo suyas, pero eso significó un sacrificio enorme”.
Frente a la caída del promedio de la prueba de admisión y su posición el ranking, Soto señala que “me produce un problema, porque los primeros 50 colegios son particulares pagados, donde nace la élite, y los jóvenes tienen todas las posibilidades a su alcance. Mientras que colegios públicos, como el Instituto Nacional y muchos otros, quedan excluidos. Me hace sentir rabia”.
El actual rector afirma que ya se encuentran trabajando para subir los puntajes: “Nos interesa la mirada interna y esto lo vemos con el promedio de las pruebas de todos los estudiantes, y en ese sentido, el 2021 ya partimos con un proyecto para tercero y cuarto medio y dentro de sus estrategias está cómo abordar la PDT. Esta es una estrategia bien potente que seguiremos trabajando”.
Además, apuestan por retomar el ritmo a través de las clases presenciales, medida obligatoria para todos los colegios en el próximo año escolar.
“Todo esto se debe sustentar en la estabilidad de la comunidad, para que los alumnos tengan clases sistematizadas . Yo sé que la pandemia es incierta, pero nosotros estamos alistando todo un retorno presencial para el alumnado completo. Esperamos que se pueda llevar a cabo para tener continuidad y tranquilidad en el proceso de aprendizaje”, añade Ogalde.
En las salas del Instituto Nacional estudiaron grandes personajes de la historia y la actualidad. De aquí salieron 18 expresidentes de la República, entre ellos Ricardo Lagos y Patricio Aylwin, y 34 premios nacionales, como el escritor Antonio Skármeta.
En el último año se retomó la antigua tradición de que cientos de padres hicieran filas para inscribir a sus hijos en el emblemático liceo. Así, los postulantes duplicaron las vacantes para 2022, con la continuidad del hito del año pasado, cuando por primera vez se aceptaron mujeres.
Pero los estudiantes egresados no están contentos con el desempeño de su casa de estudio. Este miércoles -después de obtener los resultados de los 2.719 establecimientos del país-, el nombre del liceo se tomó las redes sociales. En Twitter, exalumnos expresaban su descontento y plantearon la “crisis” del instituto. José Francisco Lagos, director ejecutivo del Instituto Res Publica, fue uno de ellos.
“A mí me pone muy mal, porque creo que hay un potencial tremendo. Colegios como el Instituto Nacional son un verdadero motor, es decir, hay una oportunidad tremenda para que los hijos estudien en un colegio de buena calidad sin tener altos recursos. Lo que tenemos que hacer es que haya más de este tipo de apuestas y no menos”, explica Lagos.
La Tercera consultó al municipio de Santiago por los planes en curso para revertir la situación del establecimiento, pero no hubo respuesta.