04 de octubre, 2022
Se mostró partidaria de que sea el Congreso el que asuma la tarea de la redacción de una nueva Constitución.
Gabriel Pardo, El Mercurio
“Una señal de patriotismo cívico y una lección de madurez colectiva” de parte de los chilenos estimó la diputada española del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo que fue el resultado del plebiscito del 4 de septiembre, en el que ganó el Rechazo.
Álvarez de Toledo, autora de “Políticamente Indeseable” y de otros títulos, estuvo de visita en Chile y ayer dio una charla en Icare, en un foro del centro de pensamiento Res Publica denominado “Conversaciones por la libertad”.
Según la parlamentaria, lo que hizo la población mayoritariamente en la última elección fue rechazar un proyecto “ideológico reaccionario” y significó una reivindicación del “orden y la libertad”.
“Hay que ver quién perdió y por qué perdió”. Aquí hay un derrotado de manera estrepitosa, que es el Presidente Boric, y es un triunfo del pueblo chileno y de la idea que está detrás de la nación cívica chilena, de la propiedad privada y de la libre elección. De un modelo de sociedad y de un modelo económico también”.
En ese sentido dijo que el proyecto ideológico del Presidente Boric quedó derrotado tras esa elección y que las políticas “identitarias” que impulsa la izquierda no generaron respaldo ciudadano.
De hecho, consideró que una prueba de ello es que en las comunas con alta población indígena el texto constitucional, que incluía la plurinacionalidad, fue rechazado.
También lamentó las palabras del mandatario chileno cuando afirmó que no había que ir más rápido que el pueblo. “Como si el problema fuera de ritmo y no de rumbo”, dijo Álvarez de Toledo.
Y cuestionó que, al igual que al exlíder de Podemos Pablo Iglesias, quien estuvo en Santiago la semana pasada, le falta “madurez”.
Al mismo tiempo se mostró crítica de lo que estimó fue la “legitimación de la violencia” que a su juicio impulsó un sector de la izquierda luego del estallido del 18 de octubre de 2019 y que le pareció un “error” ceder al chantaje de esa violencia.
Al ahondar en el proceso constituyente, puso en duda la idea de reimpulsar una Convención Constitucional similar a la que fracasó en su cometido y se mostró partidaria de que sea el Congreso el que se encargue de la redacción de un nuevo texto.
“¿Imaginan a los chilenos otra vez votando convencionales?” ironizó luego de las polémicas que enfrentó el anterior órgano constitucional.
“Hay un Parlamento”, enfatizó sobre la responsabilidad de un nuevo proceso constituyente. Al abordar el tema al interior de la derecha planteó que muchas veces ese sector se dedica “a la gestión” y no pone atención en dar “la batalla de las ideas”. “La derecha tiene alergia a la batalla cultural y la deja en manos de la izquierda”.
Consultada respecto de las dos derechas de las que se habla en el país hoy, representada por Chile Vamos, por una parte, y por el Partido Republicano, por otra, abogó por construir alianzas pese a las discrepancias y buscar proyectos en común. Asimismo, planteó que las cúpulas partidistas son las llamadas a buscar esos acercamientos, sobre todo, dijo, considerando que “el proyecto ideológico de Boric recibió una moción de censura por parte del pueblo chileno”.
Al recordar una realidad similar, como la que ocurre en España con Vox y el Partido Popular, advirtió que si bien el primero ha tenido posiciones en ocasiones “populistas”, ocupó un espacio, pues el propio Partido Popular comenzó a dejar de dar algunas batallas.
