Candidatos dispondrán de un tercio de los recursos que hay en una senatorial. Como consecuencia, los analistas proyectan una campaña con poca calle.
Por: Sebastián Mejías O.
El Consejo Constitucional que elegirá la ciudadanía en las urnas el próximo 7 de mayo será un órgano con características similares al Senado, donde predominarán las circunscripciones y los mismos cincuenta escaños que hoy conforman a la Cámara Alta. Sin embargo y lejos de esa realidad, los candidatos al nuevo órgano constituyente tendrán un fuerte límite en el gasto de su campaña, que será de un tercio del que dispone una senatorial normal.
De esta manera, el límite de gasto para las candidaturas a consejeros de la Circunscripción 6, correspondiente a nuestra región, dará a los candidatos la posibilidad de invertir poco más de $245 millones de pesos en sus campañas. Mientras que en una senatorial, sin tope de gasto, esa cifra se elevaría hasta los $735 millones de pesos.
Para Ricardo Hernández, como director del Programa Constitucional del Instituto Res Publica, esta reducción en las posibilidades de gasto electoral hará que “esta campaña y en general todo proceso sea, probablemente, mucho más discreto que el anterior”. La principal complejidad, dice, será que con un tercio de los recursos de las senatoriales, los candidatos al Consejo Constitucional tendrán que “hacer campaña en la misma superficie geográfica de ellos”.
Si bien reconoce que “son buenas noticias para el uso austero de los recursos públicos, ciertamente será un gran desafío para los candidatos y sus equipos, quienes tendrán que desplegar una campaña que logre superar el hastío que dejaron dos años tensos políticamente hablando”.
Campaña digital
Para el cientista político y académico de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza, este panorama descrito “volverá tremendamente difícil hacer campaña y tener que cubrir territorios mucho más grandes, en comparación al pasado proceso con reglas más parecidas a una campaña a la diputación, con el sistema de distritos”.
Frente a ese panorama no desconoce, sin embargo, “la enorme oportunidad que representan las herramientas digitales, donde debería haber un aprendizaje de los partidos del proceso pasado, donde las condiciones sanitarias impidieron un trabajo en terreno potente”. Su proyección es que “con el límite de gasto veremos un trabajo en terreno muy acotado, pero sí un aprovechamiento -un estrujamiento- de las redes sociales”.
Está seguro que “esta va a ser una campaña con poca calle en general, por lo acotado de los recursos, pero también por lo acotado del cronograma”.
Perfil de candidaturas
Sobre la selección de candidaturas desde los partidos, cuyo plazo vence el 6 de febrero, y el estilo de campaña que veremos en los aspirantes al Consejo, Ricardo Hernández, del Instituto Res Publica, planteó que probablemente no se verán campañas parecidas al proceso anterior donde, recordó, “hubo muchos convencionales activistas, dirigentes sectoriales e incluso gente de la televisión con un ánimo poco dialogante redactando nuestra carta fundamental”.
En este nuevo proceso, este académico “espera que los candidatos tengan un perfil acorde con el rol de constituyentes, es decir, de redactores de una carta fundamental que está llamada a tener una vigencia de 20 años más”. En ese sentido, agregó, “se hace necesario la postulación de personas con ideas políticas claras que defiendan sus convicciones con fuerza pero sin radicalidad, con una visión de futuro y con miras al bien común de toda la sociedad evitando la pelea mezquina o partisana”.
A primeras luces dice que esa búsqueda “ya se ha logrado respecto a los nombres de los expertos conocidos recientemente, donde se pueden apreciar grandes credenciales académicas y con un estilo dialogante”.
Discursos de campaña
Por su parte, Rodrigo Espinoza, de la UDP, adelanta algunos perfiles de candidatos: “Enfocados a políticos de carrera o, por último, a personas sin experiencia anterior pero que cumplan con ese perfil político partidista que busca ese nuevo proceso”. A su juicio, “a diferencia de la Convención pasada serán candidaturas provenientes menos del mundo independiente y del mundo social, sino más bien vinculadas a un desarrollo y recorrido militante”.
Intentando anticipar el despliegue de los discursos de campaña, Espinoza prevé dos áreas, donde tanto la crítica al proceso anterior y la unidad de constituyentes de los distintos sectores va a ser clave.
“Desde el mundo de la derecha van a enarbolar este discurso de que ellos siempre tuvieron la razón, que el proceso anterior estuvo mal diseñado y que la propuesta de Constitución dividía a los chilenos”, aseguró.
Mientras que en el oficialismo, en cambio, Rodrigo Espinoza, imagina “una campaña enfocada en las lecciones que dejó el proceso anterior, pero también en la necesidad de redactar un texto de unidad”.
Básicamente, explicó, “en los debates los candidatos oficialistas tratarán de fortalecer la idea de una Constitución de consenso, sobre todo por el momento actual en que se encuentra el Gobierno”.