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OPINIÓN

Alejandro San Francisco: Consideraciones electorales

SEÑOR DIRECTOR:

Las elecciones para el Consejo Constitucional -que tendrán lugar el próximo domingo 7 de mayo- serán decisivas no solo para el proceso mismo, sino también para la evolución política de Chile.

En primer lugar, porque toda elección de medio periodo tiene un valor propio y es una especie de “plebiscito” sobre el gobierno. En este caso concreto, habrá una elección de consejeros, pero también un juicio al gobierno del Presidente Gabriel Boric, y no solo respecto de una visión constitucional, sino también sobre su gestión en otros ámbitos, como la delincuencia o la situación económica. Así lo sufrieron el Presidente Sebastián Piñera y la centroderecha en la pasada elección para la Convención.

En segundo lugar, la fórmula escogida y las listas que se han presentado permitirán realizar una medición de fuerzas de los partidos, de las figuras políticas e incluso de la historia reciente. En esta ocasión, hay muchos candidatos con historia parlamentaria y ministerial, que podrían representar una reivindicación de la Concertación y un eventual cambio en la tesis de renovación de la política. Todo esto vale para izquierdas y derechas, así como para las distintas alternativas dentro de ellas.

Finalmente, resulta claro que esta elección orientará la política de Chile hacia el futuro. Eventualmente, podría motivar un cambio ministerial (que ciertamente podría justificarse por otras razones), una reconfiguración de alianzas y la irrupción de nuevos liderazgos. Asimismo, con seguridad existirá una evolución de las fuerzas políticas, si se comparan con la actual representación de los partidos en el Senado o los porcentajes obtenidos en la última elección parlamentaria a nivel nacional (solo Renovación Nacional, la UDI y Republicanos superaron el 10% de los votos).

Como telón de fondo habrá un proceso constituyente, pero cuya lógica central no se dará en el Consejo, pues irá avanzando paralelamente a través del Comité designado por el Congreso. Al respecto, solo queda esperar dos cosas: que el gobierno efectivamente enfrente los grandes problemas del país, de manera que el proceso constituyente no se vea afectado ni sufra una contaminación que se sume al desafecto ciudadano que se aprecia; además, que la nueva Constitución logre acuerdos, y que ellos permitan consolidar o fortalecer las libertades y derechos, ponga límites adecuados al poder y facilite el desarrollo y la prosperidad de los chilenos.

Alejandro San Francisco

Profesor de la Universidad San Sebastián y la P. Universidad Católica de Chile; director de Formación del Instituto Res Publica