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OPINIÓN

​José Francisco Lagos: 'Al sector le urge revitalizar sus estructuras territoriales'


—¿Qué se juega la derecha durante este tiempo?


—El sector opositor tiene la oportunidad de revitalizar las estructuras de los partidos. Le urge asumir un trabajo territorial asociado a esa realidad. Por eso, uno esperaría un mayor esfuerzo para tener representantes que no solamente les hablen a esos mundos, sino que también provengan de esos mundos en los espacios de la toma de decisiones. Este aspecto fue especialmente deficitario en los gobiernos de Sebastián Piñera.
Chile Vamos podría plantearse una renovación de sus integrantes para adaptar su orgánica a lo que se requiere en la actualidad. En el caso de republicanos, el desafío será cómo organizar eventuales coaliciones sin perder su sello característico o su valor de marca actual, sin atrincheramientos.


—¿Cuáles serán a su juicio los grandes temas de la derecha en este período?

—Dado el resultado de la elección, es una buena oportunidad para liderar la agenda constitucional, para resolver la discordia que existe en este plano.
En la agenda particular, la seguridad entrega una oportunidad única. En esta materia, el Gobierno tiene tejado de vidrio, por las declaraciones que hizo mientras fue oposición y por las votaciones que han realizado varios parlamentarios oficialistas en contra de medidas necesarias para la seguridad.
Otro ejemplo es la economía. Nuestro país no crece sostenidamente hace bastantes años, por lo que urge recuperar una agenda transversal procrecimiento. Esta agenda implica cuestionar el tamaño del Estado, los incentivos a la inversión y al emprendimiento y, también, el aumento importante en impuestos que hemos hecho desde 2010 en adelante. Y obviamente, temas como salud, educación, pensiones y el rol del Estado.


—¿Viene una derecha más dialogante o una más dura contra el Gobierno?

—En primer lugar, se espera una postura dialogante al interior de la derecha. Chile Vamos tendrá un rol relevante en el proceso, ya que solo la suma de ambas coaliciones logrará el quorum necesario para la aprobación de normas y, en ese diálogo, se juega la posibilidad de llegar a acuerdos.


—¿En qué errores no puede caer la derecha?

—Su principal desafío es tener un proyecto político y un ideario claro: qué va a promover, no solamente para la próxima elección, sino que para la próxima generación. Chile Vamos necesita que su posición no sea meramente referencial, sino buscar su propia identidad común y también de cada partido.
La derecha tiene que actualizar su proyecto. Tiene que tomar una postura en que proponga mejoras y cambios desde sus ideas. Necesita ser un sector atractivo y para eso tiene que ser creativa.
Por último, a Chile Vamos le urge la renovación de liderazgos que defiendan los principios de la centroderecha. No parece presentable que algunos parlamentarios actúen deliberadamente en contra de ellos. Hay demasiadas votaciones en el Congreso que ilustran esta lamentable contradicción.


—¿Chile Vamos perdió su liderazgo porque se alejó de sus posiciones históricas?

—Chile Vamos no ha sido una coalición homogénea. Pudimos observar diferencias importantes; por ejemplo, la apuesta que hicieron directivas para asegurar la continuidad del proceso constituyente en un nuevo órgano ad hoc, tal como quería el Gobierno, y aislar políticamente a los republicanos.
A la luz de los resultados, es claro que interpretaron mal lo que la ciudadanía quería y esto no les funcionó.
Además creo que pagó los costos de esa negociación constitucional al ser incapaz de distinguirse de lo acordado. Algunos dirigentes de la coalición solo están para cuando existen ganancias, incluso intentando convencernos de que conceptos como el 'Estado Social Democrático' son una idea original de la derecha, cuando hasta el Partido Comunista firmó el mismo acuerdo.