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OPINIÓN

Agustín Quera | Duelo nacional por Teillier: otra decisión desacertada

El martes 29 de agosto falleció el histórico militante y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier. Tras su deceso, el presidente Boric decretó dos días de duelo nacional “como homenaje a su entrega a Chile durante toda su vida, y a su incansable esfuerzo por construir una sociedad más justa”.

La trayectoria del exdiputado es problemática. Entre 1982 y 1987 fue el jefe de la Comisión Militar del PC y responsable de la coordinación entre dicho partido y su brazo armado, el grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Bajo el nombre falso de Sebastián Larraín, vivió en la clandestinidad y dirigió actividades paramilitares que buscaban consolidar la estrategia del PC consistente en llevar a cabo una “sublevación nacional de masas” que hiciera caer el régimen militar. La vida pública del dirigente comunista continuó en democracia, desempeñándose a su vez, como secretario general del PC por 3 años, presidente de la misma colectividad por casi 17 años y como diputado en 3 periodos distintos.


El propio dirigente reconoció en 2013 que en su rol como jefe militar tuvo conocimiento y/o autorizó diversas acciones armadas en la década de los ´80. Entre ellas podemos destacar el atentado contra Augusto Pinochet, en el que fueron asesinados 5 escoltas; el fallido desembarco de armas cubanas en Carrizal Bajo o el secuestro del hijo de 11 años de Manuel Cruzat, destinado a conseguir financiamiento para el FPMR.

Algunos podrían pensar que se trata de actos justificados en el contexto del régimen, sin embargo, Teillier validó sistemáticamente la violencia como método de acción política, actitud que contrasta con la conducta del recién fallecido y también opositor al régimen, Belisario Velasco. Así, por ejemplo, en 2017 Teillier afirmó que el asesinato de Jaime Guzmán es daño colateral de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 1973. Y en la crisis de octubre de 2019 no dudó en apoyar decididamente la violencia en las calles. 

Es claro entonces, que el recorrido político del otrora timonel comunista es -a lo menos- controversial. Si el objetivo del presidente Boric es continuar profundizando la polarización y división de las familias chilenas en torno al gobierno de la UP y el 11 de septiembre, decretar luto nacional por Teillier parece la decisión acertada. En cambio, si el mandatario busca una verdadera reconciliación entre los chilenos, quizá es mejor evitar este tipo de iniciativas y solo homenajear a los verdaderos estadistas y servidores de la Patria.

Agustín Quera Marcet. Investigador Dirección de Contenidos Instituto Res Publica.